La noticia fue anunciada por Colossal Biosciences, una empresa estadounidense especializada en proyectos de desextinción, que afirma haber creado los primeros ejemplares vivos de esta especie desaparecida hace más de 12 milenios.
Los tres cachorros nacidos recientemente —bautizados como Rómulo, Remo y Khaleesi— fueron desarrollados a partir de técnicas de edición genética de alta precisión. Su gestación y nacimiento representan no solo un logro técnico sin precedentes, sino también un punto de inflexión en la relación entre la humanidad, la ciencia y el pasado evolutivo de la Tierra.
¿Cómo fue posible?
El proceso comenzó con el análisis de ADN antiguo extraído de fósiles de lobos terribles hallados en América del Norte, especialmente en los famosos pozos de alquitrán de La Brea, en California. Gracias a herramientas de secuenciación genómica y edición CRISPR, los científicos lograron reconstruir el perfil genético de esta especie. Luego, modificaron células madre de lobos grises (sus primos más cercanos vivos) para que se asemejaran a las del lobo terrible.
Una vez obtenidas las células editadas, se implantaron embriones en hembras sustitutas, dando como resultado los primeros nacimientos. Por ahora, los cachorros se encuentran bajo estricta observación en un lugar no revelado, con fines de seguridad y estudio.
Una especie única en su linaje
Aunque en apariencia el lobo terrible se asemeja al lobo gris moderno, investigaciones recientes han demostrado que genéticamente son mucho más distintos de lo que se pensaba. Según estudios publicados en Nature, el lobo terrible pertenece a una rama evolutiva completamente separada que divergió del linaje de los lobos actuales hace más de 5,5 millones de años.
Esto significa que no tiene descendientes vivos ni parientes directos, lo cual refuerza el carácter extraordinario de su resurrección: no estamos hablando de un simple cruce de especies, sino de traer de vuelta a un verdadero "fantasma" de la prehistoria.
Implicaciones y dilemas
Colossal Biosciences no es nueva en estas aventuras genéticas. En su ambicioso portafolio también figuran proyectos para revivir al mamut lanudo y al tigre de Tasmania. Según sus fundadores, entre ellos el reconocido genetista George Church de la Universidad de Harvard, la intención es aplicar estos avances tanto para desextinguir especies perdidas como para preservar especies actuales en peligro crítico.
Sin embargo, el regreso del lobo terrible ha desatado también un fuerte debate. Algunos expertos cuestionan la ética de estas prácticas y alertan sobre los riesgos ecológicos de reintroducir una especie extinta en un ecosistema moderno que ha cambiado radicalmente desde su desaparición.
Además, hasta ahora, la empresa no ha presentado publicaciones científicas revisadas por pares que respalden completamente el proceso, lo que ha generado escepticismo en la comunidad académica. La transparencia, la regulación y la verificación independiente serán claves para validar este tipo de avances.
¿Un Jurassic Park en camino?
Aunque lo ocurrido con el lobo terrible se encuentra muy lejos del caos que plantea la famosa película Jurassic Park, es innegable que esta noticia reaviva preguntas fundamentales: ¿debemos revivir a las especies extintas solo porque podemos? ¿Qué responsabilidad tenemos al hacerlo? ¿Cómo afectaría al equilibrio ecológico?
Por ahora, Rómulo, Remo y Khaleesi son solo tres cachorros que, sin saberlo, han abierto un nuevo capítulo en la historia de la ciencia. Su existencia marca el comienzo de una era en la que la frontera entre lo natural y lo diseñado comienza a desdibujarse.
Desde Ciberadio seguiremos atentos a esta historia fascinante que, sin duda, dará mucho que hablar. ¿Estamos ante el inicio de una nueva arca biotecnológica? El tiempo y la ética lo dirán.