Redacción Ciberadio

En la grabación, una empleada del DoubleTree Chicago O’Hare Airport–Rosemont describe a la intérprete de American Pie como apenas capaz de mantenerse en pie y, por momentos, sin responder a los estímulos.

Escucha la nota aquí:

El incidente ocurrió en la madrugada del 23 de noviembre, cuando la actriz de 50 años se encontraba alojada en el hotel para participar en un evento de firmas con fanáticos en la zona de Rosemont, Illinois. Horas después, Reid fue trasladada a un hospital, donde permaneció varias horas en observación.

Lo que revela la llamada de emergencia

De acuerdo con la transcripción del llamado, la trabajadora del hotel se comunica con el servicio de emergencias para pedir asistencia médica para una huésped identificada como una “celebridad”. En el audio se escucha a la empleada explicar que la mujer está “realmente ebria”, que no puede sostenerse por sí sola y que incluso tiene dificultades para permanecer sentada en una silla de ruedas. En segundo plano se perciben balbuceos y gemidos atribuidos a Reid.

La operadora del 911 solicita precisiones sobre el estado de la paciente, mientras la trabajadora insiste en que la actriz necesita atención inmediata porque, según relata, se desmorona por momentos y recupera la conciencia solo de manera intermitente.

De acuerdo con los reportes de emergencia citados por medios estadounidenses, cuando los paramédicos llegaron al piso del hotel encontraron a la actriz en un pasillo, prácticamente incapaz de coordinar sus movimientos. Fue trasladada en camilla a un centro médico de la zona, donde, según el relato de la propia Reid en documentos posteriores, habría permanecido por más de ocho horas antes de recibir el alta.

Audio de llamada al 9-1-1

La denuncia de Tara Reid: “Me drogaron”

Dos días después del incidente, Reid presentó una denuncia ante el Departamento de Seguridad Pública de Rosemont. En ese reporte policial sostuvo que no se trató de una simple intoxicación alcohólica, sino de un posible caso de bebida adulterada en el bar del hotel.

Según su versión, la actriz se encontraba en el bar cuando un hombre que se presentó como “Sean P”, a quien describió como influencer o creador de contenido, se acercó a conversar con ella. Ambos salieron a fumar un cigarrillo y, al regresar al interior, Reid afirma que vio su copa de vino cubierta con una servilleta. Lo último que recuerda, de acuerdo con el reporte, es haber bebido de esa copa y ver a una pareja sentada cerca. La siguiente escena que describe es ya en el hospital, sin memoria de lo ocurrido en el lapso intermedio.

En la denuncia, la intérprete también menciona que al día siguiente el hombre le envió videos grabados durante la noche del incidente, lo que ella interpretó como un posible intento de extorsión. Reid ha señalado a la policía su intención de que se investigue el hecho como un posible delito asociado al uso de sustancias para anular la voluntad de la víctima.

La posición de la policía: sin evidencia de manipulación de la bebida

Las autoridades de Rosemont han ofrecido, por su parte, una versión que introduce matices relevantes en la investigación. En un comunicado difundido el 3 de diciembre, el Departamento de Seguridad Pública informó que, tras revisar las cámaras de seguridad del bar del hotel, no encontraron imágenes que muestren a alguien alterando la bebida de la actriz.

De acuerdo con ese pronunciamiento, las grabaciones muestran que un bartender cubre la copa de Reid con una servilleta cuando ella abandona momentáneamente el bar, gesto que la policía considera una práctica habitual para resguardar la bebida de un cliente ausente. En ningún momento, añaden, se observa a terceros acercarse al vaso para añadir sustancias o manipularlo.

El mismo comunicado aclara que, hasta el momento, no se ha identificado ningún acto criminal ni hay personas bajo investigación formal. Los agentes indicaron además que están a la espera de obtener la historia clínica completa y los resultados de posibles pruebas toxicológicas practicadas en el hospital, que serán determinantes para establecer si hubo o no presencia de sustancias distintas al alcohol.

La respuesta de la actriz tras el informe policial

Pese a la falta de respaldo en las cámaras de seguridad, Tara Reid ha insistido en sostener su versión. En una declaración difundida a través de su representante, la actriz señaló que considera imposible que una sola bebida explique un cuadro de incapacitación prolongada, que la mantuvo en el hospital durante varias horas y sin recuerdos del episodio.

Reid describió lo ocurrido como “la experiencia más aterradora” de su vida y dijo sentirse “indefensa” ante la ausencia de memoria sobre lo sucedido. También aseguró que el episodio ha afectado su salud mental, al punto de dificultarle el sueño desde entonces.

La actriz, conocida por sus trabajos en American Pie y The Big Lebowski, ha pedido públicamente que se esclarezcan las circunstancias de la noche del 23 de noviembre y ha reiterado su llamado a que otras personas extremen las precauciones respecto a bebidas que quedan sin vigilancia en espacios públicos.

Investigación en curso y debate sobre la seguridad en bares

El caso permanece abierto y, por ahora, se encuentra en una fase preliminar: no hay cargos presentados ni sospechosos formalmente señalados, mientras la policía aguarda documentación médica y analiza los distintos testimonios y registros de video.

Más allá del desenlace judicial, el episodio ha reactivado el debate sobre la seguridad en bares y hoteles, en particular alrededor de las denuncias de “drink spiking”, la práctica de introducir sustancias en la bebida de otra persona sin su consentimiento. Especialistas consultados por medios internacionales recuerdan que, en estos casos, la obtención rápida de muestras toxicológicas y el resguardo adecuado de los videos de seguridad son claves para probar o descartar un delito.

Mientras se esperan conclusiones oficiales, la reconstrucción basada en la llamada al 911, los reportes policiales y la propia denuncia de Reid permite trazar, por ahora, un cuadro con dos narrativas en tensión: la de una presunta víctima que asegura haber sido drogada y la de unas autoridades que, hasta el momento, no encuentran evidencia material que respalde esa acusación.