Redacción Ciberadio | Nota de prensa
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 2.200 millones de personas en el mundo presentan algún grado de deficiencia visual, y al menos 1.000 millones de casos podrían prevenirse o tratarse con una detección oportuna.
En Ecuador, la prevalencia de ceguera infantil prevenible es de aproximadamente 0,6 por cada mil niños, lo que refuerza la urgencia de una cultura de prevención desde edades tempranas.
Chequeos desde los primeros meses
La Dra. Andrea Molinari, oftalmóloga pediatra y voluntaria de la Fundación Metrofraternidad, explica que los controles visuales deben realizarse incluso cuando no hay síntomas evidentes. “Los niños rara vez manifiestan molestias visuales, sobre todo si el problema afecta solo a un ojo”, asegura.
El cronograma recomendado de atención es el siguiente:
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Al nacer: la primera revisión ocular debe realizarse junto con el examen pediátrico.
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Antes del primer año: una evaluación con un oftalmólogo pediatra permite detectar alteraciones tempranas.
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A los 3 años: se sugiere el primer examen formal de visión, cuando el niño ya puede colaborar en las pruebas.
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Desde esa edad en adelante: controles anuales hasta la adolescencia.
Durante estos chequeos, los especialistas evalúan la agudeza visual, motilidad ocular, reflejos pupilares, presión intraocular y salud general del ojo, además de detectar afecciones frecuentes como miopía, hipermetropía, astigmatismo, estrabismo y alergias oculares.
La detección temprana puede cambiar una vida
No diagnosticar a tiempo puede afectar el rendimiento escolar, causar fatiga visual, dolor de cabeza y, en los casos más graves, ambliopía (u “ojo vago”), una condición que puede volverse irreversible si no se corrige antes de los 8 años. En el país, su prevalencia se estima entre el 2 % y el 7 % en edad escolar, y su detección oportuna puede mejorar la visión hasta en un 90 % de los casos, según un estudio de la Universidad Técnica de Manabí.
El impacto de las pantallas
El uso prolongado de dispositivos digitales es hoy una de las principales amenazas para la salud visual infantil. El exceso de exposición puede causar ojo seco, favorecer el desarrollo de miopía e incluso provocar estrabismo.
Las guías internacionales, como las de la Academia Americana de Pediatría, recomiendan evitar las pantallas en menores de 2 años, limitar su uso a 1 hora diaria hasta los 5 años y a 2 horas como máximo en edad escolar.
La Dra. Molinari sugiere incorporar hábitos saludables como leer con buena iluminación, hacer pausas cada 20 minutos frente a pantallas, mantener una adecuada higiene ocular y consumir alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes.
Fundación Metrofraternidad: 39 años de compromiso con la salud infantil
Con casi cuatro décadas de labor, la Fundación Metrofraternidad continúa fortaleciendo su misión de brindar atención médica especializada a niños y niñas de escasos recursos. Su consultorio de oftalmología pediátrica realiza más de 1.700 consultas anuales y alrededor de 90 cirugías de alta complejidad cada año.
El servicio se ofrece con un aporte simbólico de 10 dólares, que cubre la atención oftalmológica integral durante un mes.
Quienes deseen solicitar una consulta o conocer más sobre los programas de apoyo pueden comunicarse al 095 864 5488 o a través de las redes sociales @metrofraternidad.