El filme, dirigido por Emma Tammi y basado en la popular saga de videojuegos creada por Scott Cawthon, se estrena en un contexto de cierta fatiga de superproducciones, pero ha logrado revitalizar la taquilla de fin de año junto a otros títulos como Zootopia 2 y Wicked: For Good. Juntas, estas películas han impulsado un repunte significativo de la taquilla norteamericana en las últimas semanas.
Un estreno récord para el terror
Los datos del primer fin de semana sitúan a Five Nights at Freddy’s 2 como uno de los mejores estrenos de terror de 2025 y el segundo más fuerte del año dentro del género, solo superado por El Conjuro: Últimos Ritos, según reportes especializados.
Además, la película ha roto varias marcas de taquilla:
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Mejor estreno de una cinta de terror en el mes de diciembre.
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Uno de los debuts más altos para un lanzamiento posterior al fin de semana de Acción de Gracias.
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Uno de los mejores estrenos de 2025 para una película catalogada como PG-13.
En un mercado donde las grandes producciones suelen requerir inversiones cercanas o superiores a los 150 millones de dólares, la relación entre costo y recaudación convierte a la secuela de Five Nights at Freddy’s en una de las apuestas más rentables del año para Universal y Blumhouse.
Críticas duras, público fiel
El contraste entre la recepción crítica y la respuesta del público es uno de los elementos más llamativos del fenómeno. En portales especializados, los críticos han calificado a Five Nights at Freddy’s 2 como una secuela “sobrecargada”, con problemas de guion y un exceso de referencias para los fans que termina complicando la narrativa.
En agregadores como Rotten Tomatoes, la película arrancó con un porcentaje muy bajo de reseñas positivas por parte de la crítica, mientras que la audiencia le otorgó una puntuación de aprobación cercana al 88 %, situándola entre las adaptaciones de videojuegos mejor valoradas por los espectadores, pese a los cuestionamientos de los analistas.
La explicación apunta a dos factores principales:
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Una base de fans consolidada, construida alrededor de los videojuegos y de la primera película de 2023.
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Un enfoque de terror juvenil, con menos violencia explícita, que facilita la asistencia de públicos adolescentes y familias con hijos mayores, especialmente en mercados como Latinoamérica, donde la cinta se estrena para mayores de 12 años.
De los videojuegos a la pantalla grande
Five Nights at Freddy’s 2 continúa la historia de Mike Schmidt, interpretado por Josh Hutcherson, un guardia de seguridad que se ve de nuevo envuelto en los misterios de Freddy Fazbear’s Pizza tras la investigación de su hermana sobre el origen del local y sus animatrónicos. El reparto recupera rostros de la primera entrega y suma nuevas incorporaciones, entre ellas Mckenna Grace y Skeet Ulrich.
La película mantiene los elementos que han hecho reconocible a la franquicia:
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Animatrónicos diseñados por el equipo de Jim Henson’s Creature Shop, uno de los aspectos más elogiados incluso por las reseñas negativas.
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Una estructura que combina sustos, guiños al videojuego y escenas pensadas para el “fan service”.
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Un final abierto que favorece la especulación sobre futuras entregas, tanto en cine como en otros formatos.
Un síntoma del momento que vive el terror
El desempeño de Five Nights at Freddy’s 2 confirma la tendencia que el género de terror viene mostrando en los últimos años: producciones de presupuesto medio, apoyadas en franquicias reconocibles o conceptos de alta recordación, capaces de competir de tú a tú con grandes títulos animados o musicales.
Mientras los estudios reajustan su estrategia tras varios tropiezos de superproducciones de alto costo, el terror —en especial aquel vinculado a marcas consolidadas— se mantiene como uno de los géneros más fiables para atraer público a las salas y generar conversación en redes sociales, aunque eso suponga, como en este caso, ir a contramano de la crítica especializada.





