Redacción Ciberadio
En una conmovedora procesión, familiares, amigos y miles de fanáticos rindieron tributo al legendario vocalista de Black Sabbath, fallecido el pasado 22 de julio a los 76 años.
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La caravana recorrió puntos emblemáticos del centro de la ciudad, partiendo desde Broad Street, una zona que Ozzy conocía bien. A su paso, el ataúd del artista —escoltado por su familia— fue recibido entre aplausos, gritos y flores lanzadas por los seguidores, que se apostaron a lo largo del camino para brindarle el último adiós.
Uno de los momentos más simbólicos del cortejo se vivió frente al Black Sabbath Bridge, un sitio que recuerda el legado de la banda pionera del heavy metal. Allí, la esposa de Ozzy, Sharon Osbourne, visiblemente conmovida, depositó flores en nombre de toda la familia. A su lado estaban sus hijos Aimee, Kelly, Jack y Louis, acompañando con respeto y emoción el homenaje popular.
Durante el recorrido, la multitud coreó canciones como “Iron Man” y gritó repetidamente el nombre de Osbourne, en una despedida más celebratoria que solemne. “Es como si toda la ciudad hubiese salido a rendirle homenaje”, comentó un fan que viajó desde otra región para estar presente.
Tras el homenaje público en Birmingham, la familia Osbourne tenía previsto llevar a cabo una ceremonia privada en Buckinghamshire, donde descansarían los restos del artista.
